Obama

BLOG ⚫ 22/02/2015
Go home. Nuestro granito de arena para entender la miserable provocación gestada entre nuestro mandatario y el garca del norte. 




En los últimos días, se corrió la voz de que vendría a visitarnos el actual presidente de los Estados Unidos, Míster Barack Obama. Y lo que es más, estaría viniendo nada menos que el 24 de marzo, el día de la memoria, en el 40º aniversario del golpe de estado que inauguró la última dictadura. Nada menos.
El señor quiere venir, y nosotros no queremos que venga. Pero como no perdimos los modales, vamos a explicarle al señor el motivo de nuestros resquemores con la siguiente y cordial carta pública:


Míster Obama:

Hace unos diez años, en noviembre del 2005, se celebró la IV Cumbre de las Américas en la ciudad de Mar del Plata. Recordará que se reunieron todos los presidentes del continente americano en un gran salón con una gran mesa y todo eso, para que el entonces ocupante de su cargo presidencial, el Míster George W. Bush, invitara cordialmente a los mandatarios presentes al firmado del tratado del Área de Libre Comercio de las Américas, el ALCA. Este tratado pretendía, le recuerdo, el establecimiento de una zona de libre cambio que hubiera diezmado las economías latinoamericanas poniéndolas al servicio de los intereses de su país del norte. Con las calles llenas de gente rechazando la propuesta y la mera presencia de su corrupto y nefasto antecesor, se le dijo, famosamente, que se fueran él y su tratado ¡ALCArajo!, si me permite la palabra.
Y como hay algunas cosas que más vale repetir que callar, le recuerdo también que unos treinta años antes este mismo país ‒el suyo‒ con el mismo bi-partido en el poder, ponía en marcha el Plan Cóndor, una operación de financiamiento y apoyo de las dictaduras y gobiernos represores en Argentina, Uruguay, Chile, Brasil, Paraguay, Bolivia, Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú. Los resultados, espero, no hace falta mencionarlos.
Usted, señor, no es Míster Bush, ni tampoco es un dictador ni es aquél que ejecutó el infame Plan Cóndor. Usted dice que es progresista. Y usted, verá, es negro. ¡Hasta le dieron un Nobel de la Paz! Pero, por si le falla la memoria, le recuerdo algunas otras cosas que usted hizo durante sus dos mandatos como jefe de estado. Sólo algunas, para tener en mente nada más. Usted prometió que cerraría la cárcel ilegal de Guantánamo y que retiraría las tropas de Irak y Afganistán. Ni lo uno ni lo otro han sucedido, y de hecho usted en los últimos ocho años ha enviado tropas o drones (aviones bombarderos no tripulados) a Yemen, Libia, Pakistán, Siria, el Líbano, Uganda, Somalia y Camerún. Le recuerdo que durante su mandato se filtró información de que su gobierno tenía montado un enorme aparato de espionaje a sus propios ciudadanos y a ciudadanos extranjeros, incluyendo jefes de estado y altos funcionarios. Baste con esos ejemplos de progresismo para refrescar un poco la memoria.
Por último, y para no aburrirlo, le recuerdo que usted es el Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, y que su visita a este país está pautada, por si no se dio cuenta, para el 40º aniversario del sangriento golpe de estado que su país apoyó y financió. Por más que acá los gobernantes le tengan más o menos afecto a su investidura, ese día, por si no lo sabe, los argentinos salimos a las calles y marchamos recordando y actualizando la lucha cada año. A veces marchamos todos juntos, a veces no. Pero marchamos, estamos.
Así que, venga, venga si se atreve. Porque este año tendremos dos, tres, mil motivos para estar en la calle. Ese día y todos los días. ¿Sabe qué? Venga cuando quiera, que en la calle lo esperamos.