Tener perro #1: Llegó Rumba

escribe Matías Rodríguez F.▹
¡Estrenamos una nueva sección! Mati y Rumba nos cuentan todos los problemas de su relación. Ay, pero... ¿la novia no le dice nada?”, pensarán. ¡Tranquilos! Rumba no es su novia, sino una bonita Border Collie. ¿Qué problemas conlleva la responsabilidad de te tener a un perro de mascota?


LLEGÓ RUMBA
Lo primero que debe saber, señor lector, es que tener un perro no es nada fácil. Si piensa en tener uno, posiblemente todas las personas que lo rodean le advertirán sobre ello como lo hicieron conmigo. Lo cierto es que el humano es un ser empírico que busca la comprobación de primera mano.
Acá estamos.
Rumba (¡sí le pusimos Rumba como las galletitas!) es una Border Collie que nació el 10 de noviembre de 2014 pero que llegó a nuestros brazos tres meses después, en los primeros días de febrero de este año. Y digo “nuestros” y aquí me topo con el primer consejo que yo le quiero dar. Tener un perro no es cosa de una sola persona, señor lector; mejor dos, tres, cuatro. Compártalo, no se meta en esto solo.
Rumba arribó a nuestro monoambiente de 35 metros cuadrados tras abandonar a su madre y a sus tres hermanitos con quienes correteaba en un amplio patio en Tortuguitas. Quien más sufrió este cambio fue el piso flotante de mi casa que se encargó de aguantar toda necesidad fisiológica de la criatura. ¡Claro! No  vaya a creer usted que el animal llega y sabe dónde hacer y dónde no. Uno se la pasa corriendo trapo y balde en mano por toda la casa. Digo que hay tres estados emocionales por los que uno transita, respecto al excremento del nuevo amigo: optimismo efusivo (¡qué lindo es tener un perro, caga y todo! Con el tiempo se le pasará), voluntad de adoctrinamiento (cuando la veo que se va a agachar para hacer grito ¡No! ¡No! ¡No! con mi mejor cara de serio enojado y entonces ella aprende), y la resignación más absoluta (che, Rumba volvió a hacer abajo de la mesa, dejémosla, yo después limpio).
Señor lector, quiero decirle que tener un perro también tiene sus cosas buenas, no quiero espantarlo en esta primera entrega contándole únicamente lo feo, lo complicado. Creo que no hay mejor compañera que Rumba. Los perros son animales nobles, amigos. Tenerlos, criarlos, si bien da trabajo enorme, también es gratificante. Es lindo llegar todos los días a casa, con malos o buenos humores, y ellos están siempre para recibirte contentos.

EL TIP
La primera etapa de los cachorros es a los mordiscos. Los dueños solemos darles cosas que puedan morder. Preste mucha atención a esto, no cometa el error de darle algo que no quiera que su perro en el futuro le coma. Evite ojotas que no le sirvan, medias agujereadas o zapatos viejos. Rumba no distingue la usabilidad del objeto. Cuando llegó le acerqué un viejo par de medias en desuso; aprendió bien y ahora quiere comer todas. No caiga en la trampa.

Próxima entrega: “Rumba en sociedad, los perros nos hacen hablar”.




Fotografía por Matías Rodríguez F.Marzo/Abril 2015